La creación de Reales Academias formó parte de la política reformista que el rey Felipe V importó a España desde Francia. Casi al final de su reinado, en 1744, comenzó a organizarse la creación de una institución académica que controlase y vigilase el recto caminar de las artes mayores al servicio de los intereses del Reino y del “buen gusto”. El primer Borbón no llegó a inaugurar la institución, que abría sus puertas en 1747 bajo la advocación del santo patrón del nuevo monarca Fernando VI. Desde entonces la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha jugado un rol a caballo entre la formación, la conservación, el control y el reconocimiento de las artes, los artistas y aquellos que sin serlo le dedican su vida como estudiosos.
En este largo discurrir atesoró uno de los fondos artísticos más ricos del país, compuesto principalmente por pinturas, esculturas, dibujos y grabados desde el siglo XVI al XX. El origen de estos fondos es diverso. La colección más antigua, previa a la fundación de la Academia, procede de legados, depósitos y entregas hechas por los monarcas, el Estado o particulares. El otro grueso de la colección se ha generado por la propia actividad académica con obras de los que fueron directores, académicos o alumnos. La nómina de artistas en este caso es importante, destancado nombres como Goya, Picasso o Juan Gris.
A ello debemos sumar la conservación de los vaciados antiguos de esculturas que servían de modelo, una magnífica colección de dibujos y de la Calcografía Nacional, que nos permite admirar gran parte de la obra grabada de Goya, imprescindible para comprender su evolución artística y personal.
Les invitamos a descargar el dosier de esta actividad para conocer nuestras propuestas de para conocer la Real Academia de San Fernando.
Equipo Vademente
VISITAS CULTURALES DE MEDIO DÍA
La Real Academia de San Fernando, arte e institución
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